Mi lema:

"Sucede, que cada vez que pierdo un perro, se lleva un trozo de mi corazón con él. Y cada perro que entra en mi vida, me regala uno del suyo. Si logro vivir lo suficiente, todas las partes de mi corazón serán de perro y llegaré a ser tan buena y generosa como lo son ellos."

martes, 28 de enero de 2014

Brenda, la taruga entrañable

Brenda, hace pocos días que te fuiste y quien vivía contigo te echa de menos como el primer día.

Te has ido tal y como llegaste, de forma inesperada, y es que aún recuerdo el día en Balbi me avisó de tu rescate, no sabía qué hacer contigo, pero no dudó ni un momento en quitarte de la calle y de la lluvIa y darte una mantita y calor de hogar.

Pasó el tiempo y aunque difundió tu foto e hizo un evento en facebook, nadie te adoptaba.
Leo, era tu mejor amigo, al que animaste y le diste vida y poco a poco te fuiste haciendo un hueco en aquel hogar, tu hogar.

Para ser franca, no todo era tan bonito, Brenda reconócelo, no te portabas bien en casa. Yo siempre pensé que tu genética de perro primitivo te impedía avanzar y convertirte en un perro como Leo, obediente y educado. Pero también pienso que era eso precisamente y la resignación de Balbi en tu educación lo que hizo que fueras una taruga tan entrañable.

Los que te conocimos coincidimos en que no había mucho más que explotar de ti, eras pura inocencia, no tenías carácter fuerte, eras todo amor y jugó a tu favor, te ganaste el amor de tu familia por ser así, por ser Brenda, la taruga entrañable.

Eras especial por dentro y por fuera, pues tu forma de correr, saltar y jugar no pasaba desapercibida. No había carrera en la que no te cayeras y es que esas patas delanteras te jugaban malas pasadas.

Un golpe de mala suerte o tu destino, quiso que tu gran sociabilidad te jugara la peor faena de tu vida y sufrieras ese tan desafortunado accidente.
Tu familia estuvo contigo hasta el final y fue en ese final donde descubrieron por qué te caías tanto, tenías una malformación en una de tus vértebras y fue justo donde tenías la lesión.

Los que te conocimos te hemos llorado y tu familia, esa que no sabía qué hacer contigo, ahora no se halla sin ti, pero es cuestión de tiempo que no duela recordarte.

Allá donde estés, da recuerdos a tantos que como tú partieron para no volver y que se llevaron un trozo de nosotros, pero no me los revoluciones.
 TE ECHAREMOS DE MENOS, DESCANSA PEQUEÑA TARUGA.


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