Hace ya dos años que conocí a una gran mujer y gran amante de los animales, ya que su amor por ellos es incondicional.Fue precisamente haciendo las curas de Talgo .
Además de hacer la acogida de Talgo, esta gran mujer, Mónica, tenía dos perras, Sara, recogida de la puerta de su casa y Olivia.
Además de hacer la acogida de Talgo, esta gran mujer, Mónica, tenía dos perras, Sara, recogida de la puerta de su casa y Olivia.
Olivia era un cruce de perro de aguas que llegó a una protectora junto a su hijo, Popeye. En aquella protectora Mónica era voluntaria y veía cada día a Olivia que iba envejeciendo y nadie preguntaba por ella. Tuvo algunos problemas en una pata trasera y se la dejaron fija y también la intervinieron de las glándulas salivales... Con lo cuál sus posibilidades de adopción iban cayendo empicadas, hasta que un día Mónica decidió darle un hogar. Por ese entonces rondaría los 8 años.
Olivia en la protectora |
Olivia era una perra cariñosa, confiada, fiel y tremendamente juguetona.
Desde entonces hasta hace unos meses, han vivido juntas y se han amado incondicionalmente.
Poco a poco, los años, como en todos, hizo estragos en Olivia, y aunque el amor de Mónica le ha servido para ser una luchadora, nos dejó para siempre el pasado año.
Poco a poco, los años, como en todos, hizo estragos en Olivia, y aunque el amor de Mónica le ha servido para ser una luchadora, nos dejó para siempre el pasado año.
En casa con mamá |
Divertida y noble, nuestra inolvidable Olivia |
Me encantó conocerte, preciosa. Allá donde estés nos volveremos a ver.
No me cabe la menor duda.
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