Kiril, la nobleza hecha carne

Este es Kiril, un galgo enorme que llegó a Argos en pésimas condiciones y con un fémur roto.
La intervención de Kiril consistió en dejarlo anestesiado durante varias horas y con la pata colgada para que el músculo cediera, ya que la fractura tenía ya algún tiempo, y poner una placa atornillada a todo el fémur para fijarlo. Su pata quedó un poco más corta que la otra.

Tras su parada intestinal

Kiril a los pocos días se pone mal y resulta que debido a tantas horas de anestesia (7 en total), su intestino se volvió sobre sí mismo y tuvo una perforación. 5 días más tarde hubo que intervenirlo y extirpar 15 cm de intestino dañado. Kiril estuvo al borde de la muerte.

Se fue recuperando poco a poco de sus intervenciones y ya hacía vida prácticamente normal...pero un día le vimos un bulto en la pata y tras la visita al veterinario, nos dice que su placa se ha desplazado y habrá que retirarla. Es un palo porque Kiril llevaba ya muchas anestesias encima y con su historia clínica no era muy aconsejable meterlo en quirófano.

Segunda intervención

Pasa no más de 3 días, cuando Kiril, que tiene una pata más corta, da un paso en falso y se cae, cojea y nos tememos los peor. Efectivamente, Kiril, al que le han retirado su placa y le han dejado el fémur agujereado, se ha vuelto a partir la pata, pero esta vez por otro lado.

Así en cada intervención

Volvemos a empezar porque tendrá que pasar de nuevo por quirófano y poner otra placa, pero teniendo en cuenta que los anteriores agujeros del fémur no se pueden aprovechar, habrá que hacer otros nuevos, con lo cuál el fémur de Kiril será un hueso completamente perforado.

En estas circunstacias, Kiril no debe permanecer recostado todos los días, sino que más bien le vendría de fábula poder hacer ejercicio en una piscina. Beatriz le encuentra una casa de acogida sensacional, con piscina y donde a Kiril le irán a hacer su rehabilitación para fortalecer la musculatura de su pata y por tanto evitar que el mínimo golpe pueda dañarle.

Así pues, Kiril comienza su rehabilitación y se va convirtiendo en lo que debe ser...un espléndido galgo, fuerte y atlético. Convive con otros perros de forma amistosa y recibe a cada visita moviendo su rabo fustigador (a más de una nos ha hecho cardenales). Kiril comienza a correr, saltar, jugar y en definitiva, comienza a tener la vida que le corresponde...

Todo esto ha sido la vida de Kiril en Argos, y debéis comprender que para las personas que han estado con él desde el principio, dejarlo ir es muy difícil. Siempre lo es con todos, pero con perros por los que has luchado tanto...cuesta. Por Kiril Carmen y Beatriz se han dejado el pellejo y le han dado todo el cuidado y amor que tienen.
Kiril no se ha quedado atrás, porque Kiril es NOBLEZA hecha carne, Kiril es un bellezón con unos ojos que irradian bondad.

Hoy Kiril ya no está en Argos, ya no está en España. Hoy Kiril está en su casa, con su familia en New Jersey y no puedo evitar soltar lágrimas cuando veo fotos de Kiril completamente feliz y en un hogar sólo para él. Son lágrimas de alegría pero también de egoísmo por no tenerlo cerca. Kiril es un perro muy especial para todos los que lo hemos conocido y permanecerá por siempre en nuestros corazones. SÉ FELIZ PEQUEÑO GIGANTE!

Kiril en su hogar