Un 30 de mayo (mi cumpleaños), Mon (mi marido), me sorprende con una ninfa! Casi lloro de la emoción!!!
Así llegó a nuestras vidas JARAMAGO, nuestra ninfita.
¿Qué puedo decir de él? Cuando se lo presenté a mis padres, su respuesta fue: ¿Un pájaro? que "insurso"!!!
Jaramago se encargó de demostrar que de "insurso" nada, que es un animal que reconoce a su "mami" y que hace "monadas" una tras otra.
Jaramago me reconocía y me permitía cosas que a nadie le permitía, Jaramago consiguió que mi padre (quien no le gusta mucho mezclarse con animales) disfrutara de él y que cuando me iba de fin de semana, me pidiera que lo dejara con él y sintiera un "no se qué" hacia los animales.
Jaramago nos pedía que le diéramos comida nuestra, Jaramago quería que le rascáramos el cuello, que le diéramos besitos en el pico...
En resumidas cuentas, Jaramago nos demostró que no hace falta tener pelo para ser "animal de compañía".
Pero Jaramago se fue pronto, un día se puso malito, y aunque hice 30 km para buscar a alguien que lo curara, murió. Una enfermedad que afecta a las aves y que le necrosó el intestino se lo llevó. Nunca pensé que un animalito de 75 gramos dejara un hueco tan grande en una casa y nuestros corazones.
El recuerdo de Jaramago permanecerá en nosotros para siempre.
"No me importa saber si un animal puede razonar. Sólo sé que es capaz de sufrir, y sólo por eso, lo considero mi prójimo" (Albert Schweitzer)
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